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Día 13 de agosto de 1808. A las doce en punto de la noche anterior empezó el enemigo el bombardeo de la ciudad y sus fuertes. Una batería de tres morteros situada en Santa Eugenia disparaba bombas y otra de 2 obuses situada en Palau disparaba granadas de á 8. Muchos de estos proyectiles llevaban estopines incendiarios y aunque lograron que se pegase fuego á algunos puntos, no pasaron de amagos. Una brigada de albañiles preparada convenientemente y distribuída en secciones, los iba apagando sin que los hombres armados se moviesen de los baluartes y murallas. Las mujeres se quedaron muchas en sus casas, refugiandose otras en los templos y debajo los blindajes. Durante aquella noche cayeron dentro la población 250 bombas y granadas que no causaron mas desgracias personales que una mujer muerta y otra herida. Por la mañana paró un tanto el bombardeo rompiendo el fuego las demás baterías enemigas, que eran en junto en número de cinco, ó sean, las dos de morteros y obuses ya indicadas, una de dos obuses de á 6 en el estremo de la trinchera junto al río Ter, que dirijían sus fuegos, al baluarte de San Pedro y las otras dos situadas al tiro de fusil en las dos torres abandonadas más inmediatas á Montjuich, la una de tres cañones de á 24 y un obus, y la otra de dos cañones de á 16. Ambas batían el castillo por sus dos frentes de norte y este con un fuego tan continuado como bien dirijido. La plaza y sus fuertes contestaron con igual viveza y actividad, causando grandes estragos en las baterías del sitiador. Los que mas padecieron por parte de los sitiados fueron los defensores del castillo y los del baluarte de San Pedro, en cuyos puntos llovían las balas y granadas, además del vivo fuego de fusilería, que desde sus apostaderos hacían los sitiadores á los que servian las piezas de artillería, y al que contestó tambien la gente de la muralla produciéndose un continuado estallido. Creyendo Duhesme intimidada la guarnición y vencindario, mandó otro pliego á la Junta, redactado en términos que respiraban fuego y amenazas, y reclamando el oficial y trompeta que habían intimado el día antes la rendición, á lo que contestó con prudencia y energía dicha Junta. A la puesta del sol, empezó otra vez bombardeo con la misma violencia. Publicóse un Suplemento al Diario de Gerona, conteniendo la intimación de Duhesme del día anterior, la contestación de la Junta y las noticias recibidas sobre la evacuacion de Madrid por los franceses. Emilio Grahit y Papéll |
Bibliografia. Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.
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