Trabajos para la defensa de Gerona (V).

Sobre estos sucesos, D. Antonio Aloy, gobernador interino de Rosas, remitió á la Junta de Gerona el siguiente parte:

"El día 11 á las ocho y media de la mañana llegó un expreso con la noticia de que habían salido del castillo de San Fernando de Figueras y llegado á Castellón de Ampurias el General Reille con un cuerpo de 250 caballos y 2.700 infantes: inmediatamente las campanas avisaron al pueblo de la novedad; mandé tocar la generala y aun el tambor no había acabado de dar la vuelta por la villa, que ya toda la gente armada delante de la casa Consistorial aguardaba con impaciencia el destino correspondiente. Pasaron algunos á reforzar la guarnición del castillo de la Trinidad y los restantes se destinaron al servicio de la plaza. Dispuse también que se adelantasen algunas patrullas hacia la torre del Albert con la orden de avisarme luego que avistasen al enemigo. Serian las 10 cuando se descubrió desde el castillo la caballería enemjga en Vilanant y tardó poco á verse la infantería que iba siguiendo el camino que va de Castellon á la Selva de mar. No podia aun descubrirlos la plaza, hasta que llegando al manso de la Garriga la caballería, vi que hacian alto para aguardar á la infantería, que se formó en batalla entre la casa y el camino de Palau Sabardera. Mandé romper el fuego del baluarte de San Felipe, y se ejecutó con tanto acierto, que al segundo tiro se replegó la infantería corriendo en desorden para ponerse á cubierto de nuestro fuego tras la loma que forma aquel terreno. Allí se detuvo pocaço más de un cuarto de hora, y tomando despues unha senda que val manso Turró, envió el General Francés sin suspender su marcha oculta, un oficial de artillería con un trompeta á parlamentar; fue conducido á la plaza, y dixo de palabra, que su General le había mandado decir al Gobernador de la fortaleza, que si dentro de una hora no se la entregaba, usaria de todo el rigor de la guerra; que venia á la frente de ocho mil hombres, como amigo, y otros embustes familiares á su casta; se iba ya a despedir con la negativa, quando se observó que el exército había penetrado hasta el manso de Coll; que ardía una casa de campo, y que corría la soldadesca al pillage, quando se trataba de respetar las propiedades: entonces se dispuso asegurar á dicho oficial y trompeta en el castillo de la Trinidad, adonde fueron conducidos con seguridad para librarlos del furor del pueblo, que estaba ya para rebentar viendo una conducta y modo de proceder tan irregular. Entretanto nuestro valerosos paisanos en numero de sesenta hombres, creyendo que en el recinto de las murallas hacian un papel ridículo, y que podria atribuírseles á cobardía ser meros espectadores de una gavilla de ladrones, que se cebaba en el pillage en las casas de campo de sus compatriotas, pidieron permiso para salir, que les fue concedido. Corrieron alegres al teatro de sus glorias, y en pocos minutos se les vió acometer á la columna enemiga con tal denuedo, que en primer encuentro dexaron sin vida á algunos. Entre ellos se distinguieron Francisco Dalmau, herrero de profesión y Francisco Montaña, traginero de pescado, quienes montados á caballo iban corriendo continuamente á los puestos donde veian mas enemigos. Parece que el designio de los franceses era rodear la plaza, y meterse en la villa, baxando por la riera dels Ginjolers, pero nuestros jóvenes cargando sobre ellos al pié de la casa de Puigmirat les hicieron retroceder hacia el camino que va de Cadaqués á Castellon: aquí los tiros acertados del baluarte de Santiago, que por dos veces dividieron su columna, les obligaron á dirigirse por otro camino para pasar á cubierto de la plaza. Nuestra partida que penetrando sus intentos se había apostado por las viñas y olivares, les hizo un fuego tan vivo que les causó mucho estrago, y quedaron por los caminos varios muertos y heridos. Asi fueron persiguiéndoles hasta que llegando á las inmediaciones del molino de viento de Palau, D. Juan Clarós, que acababa de llegar con su gente, D. Manuel Dumont primer teniente de Guardias Walonas, D. Manuel Antunen, alférez de reales Guardias españolas, el capitán D. Manuel Mentesinos, Comandante del destacamento de Extremadura y segundo de D. Juan Clarós, el capitán D. José Benito Ayudante de la compañía de infantería fixa de esta plaza, con un resto de esta y Don Juan Pierson teniente del Regimiento de infanteria de Ultonia, cada uno con algunos soldados de sus regimientos y los somatenes de los pueblos vecinos, cogiéndoles por el flanco, les atacaron con tanta intrepidez, que les desordenaron, matando á muchos y les hicieron sesenta y tres prisioneros. El resto del exército se retornó precipitadamente hacia Castellon incomodandole continuamente los paisanos, hasta que acercándose la noche y rendidos de la sed y del cansancio, se retiraron nuestros valientes á esta plaza, y el enemigo tomó posición en el puesto llamado las Forcas, entre Castellon y San Juan Las Closas. De los paisanos de Rosas no hay mas que tres heridos, ninguno de peligro. Los enemigos han perdido mucha gente; se calcula á doscientos entre muertos y heridos.

"Merecen los mayores elogios los oficiales de artillería de la compañía fixa de Figueras por el acierto con que dirigieron los tiros. Y son dignos tambien de todo aprecio los ayudantes, artilleros y todos los paisanos que guarnecieron la plaza, por el esmero con que han contribuido á su defensa, igualmente el guarda-almacén D. Cayetano Bonafós.

"Asi mismo ha acreditado su mucho celo y actividad el Bayle de esta villa, quien no ha cesado de invigilar por el buen orden y acierto de las providencias, mandando inmediatamente acudiesen á la plaza todos los vecinos de la villa, sin escepcion de persona, y animando con su presencia en las baterías á dichos vecinos en el acto del fuego, como de todo soy testigo ocular.

"Este día hará siempre memorable á nuestros compatriotas, ellos se han cubierto de gloria. Sesenta hombres sin estar disciplinados, ni exercitados en el manejo de las armas, acometer en un llano y obligar á retirarse 250 caballos y 2.700 infantes, es un prodigio de valor. Esta accion nos demuestra claramente que el Dios de los Exercitos estiende su brazo en defensa de una causa tan justa.

"Uno de los espectáculos mas interesantes que llenó de ternura á todo el pueblo, y le infundió al mismo un valor extraordinario, fue ver á algunos muchachos y mugeres con un cántaro de agua en la mano y una botella de vino en la otra, correr por el campo hasta encontrar á sus patricios, despreciando el diluvio de balas para socorrerles; y despues de haberles dado aquel pequeño refrigerio, despedirse gritando: ánimo muchachos, valor, espíritu, que no habeis de permitir que se os escape ni uno solo, y quando vosotros rendidos de la fatiga no podais perseguirles, nos cargareis los fusiles, que nosotros seguiremos el alcance.

"Dia 12, Los franceses fueron acometidos en su puesto de las Forcas por los paisanos al rayar el día: ha sido vivísimo el fuego por ambas partes, y se han mantenido por aquellas inmediaciones, hasta que llegando D. Juan Clarós con la gente de su mando y el somaten de esta villa les han hecho pasar la Muga y huir precipitadamente hacia Figueras, donde han entrado á las quatro de la tarde. Esta jornada ha sido muy desgraciada para ellos; han perdido mucha gente y se les han hecho 56 prisioneros. El camino que siguieron hasta Figueras estaba todo teñido de sangre y cubierto de cadáveres. Por relación de un capitán de migueletes franceses que estaba en el castillo y fue hecho prisionero por los paisanos cerca del pueblo de Vilarnadal el 14, sabemos que en estos días han perdido 600 hombres. Algunas cartas que se han interceptado de varios oficiales franceses, dicen que la accion en el campo de Rosas fue muy caliente y que les había muy bien azotado". (El parte llevaba fecha del 17).

No pararon aquí las proezas de los empurdaneses. Sabiendo Clarós por sus leales confidentes que el día 14 debia pasar desde Francia al castillo de San Fernando de Figueras, un elevado personage, apostó en las alturas de Montroig y de Campmany 100 hombres al mando del capitán D. Pedro Barris. Salió cierta la confidencia, puesto que el personage en cuestion era Mr. Alfredo de Noailles (edecán del príncipe de Neufchatel) quien con su escolta entró en el alto Empurdán emprendiendo rápidamente el camino con todo su acompañamiento. Tan luego como les avistaron los nuestros les intimaron la rendición, y como intentaron resistirse, se empeñó pelea muriendo tres de la escolta con sus caballos y quedando prisioneros Noailles y seis de sus acompañantes.

En la tarde del propio día el mismo capitán Barris cojió prisionero á otro personage de mayor alcurnia. En efecto pasando de Figueras á Francia el príncipe de Salmkirbug, edecán de Napoleón, se le interceptó nuestro guerrillero y entablándose lucha cuerpo á cuerpo quedaron muertos los de la escolta salvándose solo el príncipe, su mayordomo, dos oficiales y un gendarme.

El príncipe y Noailles fueron conducidos á la ciudad de Gerona, cuya junta alojó al primero en la casa de D. Francisco de Camps y al segundo en el castillo de Montjuich.

Emilio Grahit y Papéll




El General Honoré Charles Michel Joseph Reille. (Wikipèdia)



Escut de Salm-Kyrburg. (Wikipèdia)



Uniforme de la Compañía Fixa de la Plaza de Rosas, basada en una làmina de l'obra d'Ordovàs, i el dibuix de José Maria Bueno a Uniformes Militares Españoles". Dibuix de Fèlix Xunclà.



Governador de Plaça, uniforme basat en una làmina de l'obra d'Ordovàs, i el dibuix de José Maria Bueno a Uniformes Militares Españoles". Dibuix de Fèlix Xunclà.


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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