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Fires de Sant Narcís de l'any 1952

El Museo Diocesano

Una de las instituciones de las cuales puede noblemente enorgullecerse la ciudad de Gerona, y una gloria imperecedera del Obispo, Dr. Cartañá, que lo ha creado, es el Museo Diocesano instalado en el primer piso de la Casa Carles, otrora residencia de la noble família Carles de Ferrer y de Mendoza.

Aunque los primeros trabajos para la instalación del Museo empezaron a partir del año 1940, puede considerarse fundado éste en agosto de 1942, fecha del registro-inventario de los fondos provisionalmente colocados en las salas entonces disponibles.

Nuestro Museo, admirado ya desde el primer momento por los especialistas y estudiosos, viene llamando cada vez más la pública atención a medida que es más conocido. De él ha escrito el culto publicista D. Manuel Brunet: "No dudamos que los gerundenses se dan cuenta de la importancia que da a la ciudad la posesión de un museo de primera categoría. El Museo Diocesano de Gerona es un excepcional instrumento de estudio. Es un honor para la Iglesia y también para la ciudad poder presentar una colección de arte litúrgico tan extraordinario".

La Casa Carles

El edificio de Casa Carles merece por si solo un breve comentario por ser una de las casas de mayor abolengo de Gerona a partir del siglo XVIII.

Un pequeño pilar situado a cada lado del portal de entrada, del cual partía una cadena que suspendida en el dintel daba la vuelta a la puerta por su parte superior, indicaba desde antiguo el derecho de asilo de que gozaba la regia mansión; el patio central, que daba acceso a las numerosas dependencias del edificio pone de manifiesto la grandiosidad e importancia del inmueble; una lápida de mármol colocada en el frontispicio interior recuerda que en el año 1886 se hospedó en esta casa el fundador de la Congregación Salesiana y ya entonces famoso pedagogo San Juan Bosco.

En ella se hospedaron asimismo los reyes Carlos IV, Fernando VII, María Cristina de Borbón, Amadeo de Saboya, Alfonso XII y Alfonso XIII, además de otros grandes dignatarios del Gobierno, de la nobleza y de la Iglesia.

A la izquierda del expresado patio una amplia escalera de piedra labrada da acceso al Museo que nos ocupa. Las exigencias prácticas de colocación de las piezas influyeron algún tanto en la designación de las salas que habían de contenerlas; no obstante, se siguió un criterio cronológico como norma general. En esta descripción, por razones prácticas a fin de servir de guía al visitante, seguiremos el orden en que naturalmente han de recorrerse las salas del Museo.

Sala Románica

Contiene una numerosa colección de lipsanotecas, que abarcan desde el siglo IX al XVII con un total de unas treinta piezas. Entre ellas se cuenta un rarísimo ejemplar de vaso hispano-árabe decorado con cuatro avez estilizadas que se miran dos a dos, que sirvió como recipiente para contener las relíquias del altar de San Vicente de Besalú, las primeras notícias de cuya iglesia datan del año 977; dos piezas de vidrio procedentes de la Catedral (año 1038); cinco interesantes piezas procedentes del altar mayor de San Miguel de Fluviá consagrado en el año 1066, una de las cuales contiene grafitos; un ejemplar de vidrio con rebordes graciosamente ondulados hallado en la iglesia de Llorá (siglo XI); cinco cajitas de madera de roble procedentes de la iglesia del Santo Sepulcro de Palera (Ligordá) consagrada en el año 1085, y otros interesantes modelos procedentes de los primeros altares consagrados en nuestra catedral gótica (siglo XIV). Se exhiben unas preciosas arquetas de los siglos IX al XIII, una de ellas con inscripción arábiga; un grupo de Vírgenes románicas; dos crucifijos del tipo llamado Majestad; tres códices en pergamino de los siglos XI-XII procedentes del archivo de San Félix de esta ciudad; el ara portátil de San Pedro de Roda recubierta de plata repujada con inscripciones (s. X). Un encolpio bizantino con inscripción griega de la alta edad media; una colección de incensarios y candeleros; un interesante grupo de capiteles; una lápida con decoración oriental del siglo VII en cuyo reverso figura una inscripción sepulcral del X, procedente de la iglesia de San Martín Sacosta; una cruz con relieves de pasta, procedente de San Juan las Fonts. Es digna de especial mención la vida de Cruilles, rarísimo ejemplar con una pintura que representa una procesión. Entre varias pinturas murales puede admirarse por entero el ábside de la iglesia de Pedriñá (La Pera), que es uno de los más bellos de Cataluña.

Artes suntuarias

En esta sala, contigua a la románica, puede admirarse una tela litúrgica del siglo IX, procedente de San Pedro de Roda, otras del siglo XII procedentes de un sarcófago de la Catedral; una colección de píxides, cálices y relicarios de los siglos XV y XVI; un escapulario de casulla gótica del siglo XV; una colección de casullas y capas del siglo XVI; un guardamecil y un frontal del siglo XVI; una colección de platos petitorios de distintos modelos; el guión o banderín del Barón de Santa Pau (s. XVI); una tabla flamenca del siglo XV; otra tabla con el Salvator Mundi (siglo XVI); unas arquetas de marfil (siglo XVI), con otros varios objetos de no menor interés histórico y arqueológico.

Sala Bernardo Martorell

Esta sala así llamada por contener el célebre retablo de San Pedro, debido al pincel del indicado pintor barcelonés del siglo XV, además de esta pieza de valor incalculable, contratada en el año 1437 y colocada probablemente en el año 1442, contiene un crucifijo del siglo XIV; la tapa del sepulcro de San Narciso del siglo XIV; un relieve sepulcral del siglo XV; una imagen de la Virgen de talla del siglo XV; una imagen de alabastro de la misma época; la caja de madera que perteneció a D. Juan de Austria; otras imágenes o fragmentos de ellas de notable interés por su arte y antigüedad. Descuella por su importancia y rareza el Martirologio de Usardo, copia sobre vitela del siglo XV, con 705 miniaturas de una delicadeza y un arte exquisitos. La encuadernación en piel ostenta las armas del virrey D. Pedro de Aragón.

Sala Luis Borrassá

El pintor gerundense Luis Borrassá está representado en la antigua sala del Trono de la regia mansión de Carles, con el retablo de San Miguel de Cruilles, obra documentada, cuyo contrato se firmó el día 12 de noviembre de 1416. Merecen destacarse también los retablos de Canapost con la Virgen de la Leche, San Bernardo y San Nicolás, que forman un conjunto lúcido y armonioso que cautiva; de Corsá, que representa a Santa Cristina, reina y mártir, con las escenas de su martirio; fragmentos del retablo de San Bartolomé, de San Miguel de Cruilles; unas tablas góticas de Castellón de Ampurias; un fragmento del retablo de la Quinta Angustia de Jaime Cabrera (siglo XV); un interesantísimo fragmento de pintura del siglo XIV representando un milagro de San Pedro, procedente de San Pedro Cercada, de notables reminiscencias románicas, con otros fragmentos de retablo de autor y procedencia desconocidos. Figuran asimismo en esta sala un grupo de imágenes góticas de distintos materiales, entre los cuales sobresale la pequeña imagen de Ntra. Sra. de Rocacorba, bellísimo ejemplar de alabastro policromado del siglo XIV. Finalmente citaremos la cruz gótica de piedra, de Fonteta, dos cantorales del Monasterio de San Feliu de Guíxols y dos tablas con sendos proyectos de vidriera gótica, de la misma procedencia.

Escultura y pintura del siglo XVI

En esta sala se agrupan una serie de pinturas y esculturas de principio del siglo XVI, que en otro tiempo formaron parte del grandioso retablo del altar mayor de la iglesia de San Félix de esta ciudad. Probablemente se deben al pincel de un pintor gerundense que enlazó la antigua tradición pictórica con la técnica más avanzada del pintor Pedro Matas, la labor de cuyo último pintor llenó los años 1520 al 1540. Son de notar el cuadro de la Anunciación, el de la Adoración del Niño Jesús y el de San Jorge, entre otros.

Escultura y pintura del siglo XVI-XVIII

Se ha recogido en esta sala un conjunto de pinturas del siglo XVI no desprovistas de valor artístico y arqueológico, como el retablo del Rosario de Amer, obra de un pintor desconocido del siglo XVI, el pequeño retablo del Rosario de San Juan las Fonts, costeado por el Prior Pedro de Mena en 1583; fragmento de otro retrablo del Rosario procedente de Camallera; una tabla representando a Santa Úrsula; un fragmento de un retablo de Cruilles, que representa la Anunciación; un fragmento de retablo representando la misa del Papa San Gregorio y el hermoso tríptico de los Santos Médicos Cosme y Damián, obra de finales del siglo XVI, procedente de Canet de Adri. Sobre todo valoran esta pequeña colección los fragmentos de retablo de San Esteban y San Sebastián procedentes del Monasterio de San Juan las Fonts, el primero de los cuales formaba un todo con la pintura de San Esteban de la misma procedencia, que puede contemplarse en la sala Borrassá del propio Museo. Entre las esculturas son dignas de notarse un gran crucifijo del siglo XVI; un grupo del Descendimiento de la Cruz; un grupo de la Piedad en alto relive; una talla de Ntra. Sra del Carmen; otra de San Roque, procedente de San Feliu de Guíxols; una pequeña imagen de la Virgen de alabastro policromado y diversos fragmentos de vasos de procesión, además de una cruz de término, de Orfans.

Sala Matas

Fué un acierto colocar en una sala especial los numerosos restos de la grandiosa producción de este pintor gerundense de la primera mitad del siglo XVI. En 1526 pintó el retablo de Santa María Magdalena de la Catedral y probablemente es del mismo pintor Pedro Matas, que en 1538 tenía su taller en la calle de las Ballesterías de esta ciudad. En esta sala pueden admirarse los fragmentos que se han conservado del retablo de Sagaró; otros recuadros del retablo de San Pedro, de Montagut; fragmentos de dos retablos de San Acisclo y Santa Victoria de distinta procedencia, y otras piezas menos perfectas de la misma escuela. Puede verse el anagrama distintivo del autor en los retablos de Sagaró y Montagut. Figuran también en esta sala una tapa de una caja pintada según la escuela de Pinturichio; el retablo completo de San Miguel, procedente de San Martí Sapresa, obra de un pintor desconocido del siglo XVI; un pequeño recuadro con el Cristo de la Piedad; una escultura de la Virgen sentada con el niño Jesús en el regazo, de bella factura, y una cruz procesional de plata del siglo XVI, además de otras piezas dignas también de estudio y atención por parte de los visitantes.

Sala Casa Carles

Esta sala es la que sirvió de habitación y dormitorio a San Juan Bosco en su permanencia en Gerona. Constituye un hermoso modelo de sala adornada y amueblada a la manera de las casas señoriales del siglo XVIII. Conserva algunos de los muebles que pertenecieron a la família y se exhiben unos dibujos inéditos de Goya, con otras pinturas y grabados de innegable interés. Se ha dejado en esta sala el retrato y varios recuerdos personales de la família Carles en el mismo ambiente en que se desenvolvió largo tiempo la vida de éste.

Sala del baldaquino de la Catedral

Junto a la puerta, apunto de dar por terminado el recorrido del Museo, puede admirar todavía el visitante una pequeña sala en que se ha instalado una copia del baldaquino de la Catedral del mismo tamaño y forma del original de plata del siglo XIV que puede verse, pero difícilmente puede estudiarse detalladamente, en la Seo, Es la única reproducción que se ha admitido en el Museo. Hay, además, unas inscripciones sepulcrales de los siglos XIII-XV. Actualmente se ha colocado en el fondo de esta sala una vitrina que contiene los principales fondos de la colección ampuritana. Pueden admirarse principalmente los siguientes objetos: una enocoe calcídica de los siglos VII o VI antes de J.C.; un alabastrón ático del siglo VI antes de J.C. y una serie de lequitos, askos, collaretes y lucernas. Es de gran interés una lápida griega del siglo I antes de J.C. y una lápida cristiana de principios del siglo IV con el crismón o emblema de la Cruz e inscripción latina. Vénse también una colección de fragmentos de inscripciones romanas y un fragmento de lápida ibérica. Llama asimismo la atención una colección de urnas funerarias.

Sala de pintura moderna

Queda, finalmente, una interesante serie de obras de pintura moderna en el vestíbulo o entrada con cuadros de Fortuny, Vayreda, Montaña, Sorolla, Madrazo, Casas, Vázquez, Robert y Maifrén y dos interesantes arcas de novia de los siglos XVI y XVII.

Conclusión

Como las más bellas descripciones de un país lejano son incapaces de darnos una idea exacta de lo que éste es en realidad, así el presente extracto de las principales piezas del catálogo de nuestro Museo Diocesano, confiamos que servirá únicamente para avivar en los lectores el deseo de conocerlo personalmente. Se impone la visita y el estudio de sus fondos.

M.I. Sr. D. Jaime Marqués, Canónigo
Director del Museo Diocesano


Programes de la col·lecció Bruguera-Gudayol de Girona. Somnis Antic

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