Ruina y abandono de las torres de S. Luis y S. Narciso (II).

Día 19 de Junio de 1809 (1ª parte)

Extracto del "Diario de Gerona".

Santoral: noticias del sitio: parte del general Alvarez á la Junta con fecha del 18; parte de D. José Bertrán con fecha del 16; parte de D. Francisco Rovira de la misma fecha y noticias de Sevilla del 20 de Mayo.

He aquí dichas noticias del sitio.-- "Nada puede entibiar el entusiasmo de los gerundenses, que crece á la par de los peligros. El continuo desplome de las casas y edificios públicos, los frecuentes incendios y llamaradas que descuellan los tejados, el horroroso é incesante ruido de un bombardeo que tiene pocos egemplos, la tenacidad y empeño con que el enemigo bate las torres, en fin quanto en tan críticas circunstancias puede presentarse de mas horroroso, lejos de atemorizar á estos habitantes, electriza á todas las clases, en términos que ya parece hábito la frescura y serenidad con que se mira el peligro; no se oye otra loquela que odio eterno á la Nacion execrable, venganza contra los enemigos de la humanidad; así es que al paso de la guarnición, la Cruzada Gerundense, y demas moradores se coronan de gloria, el sexo debil por naturaleza, pero varonil por entusiasmo, se presta con la mayor bizarria presentándose unas con aguardiente, cartuchos, y quanto puede contribuir al alivio de nuestros brillantes guerreros, despreciando las balas que en muchos lances llueven sobre nuestros baluartes, particularmente durante la salida, cuya relación se insertará (la del día 17); otras cosiendo con un afán extraordinario miles de sacos á tierra para recomponer los estragos que la batería enemiga continuamente causa en las torres de Montjuich, todas en fin solicitando la satisfacción de participar de los laureles que deben coronar las sienes de los defensores de esta heroica Ciudad, quienes estan firmemente resueltos á sepultarse entre sus ruinas, antes que rendirse el único que sobreviva.

"Débil y vacilante el enemigo se lisonjeaba que el bombardeo induciría en nuestros corzanones el decaimiento, y en el pueblo la confusión, ¡qué confusión tan necia! Ignoran estos verdugos que el mayor desastre es su infame yugo, que es intolerable el aire que se respira a su lado, que es peor que la muerte la vida en su compañía? ¡Infelices! Buscad almas débiles en otra parte, no en Gerona. En la mañana del 17 pudisteis quedar desengañados.

Sucesos del sitio.

Durante la noche anterior se trabajó en las torres afin de reparar sus obras de defensa, construyendo con saquillos sentados sobre el terraplén por hallarse del todo arruinado el muro de unos cinco pies mas abajo del cordón. este trabajo quedó concluido al apuntar la aurora. A las cuatro de la madrugada la batería de la Casa Blanca y á las cuatro y media la batería nueva á tiro de fusil, con 8 cañones de á 24, un obús de á 8 y otro de á 6, empezaron un fuego vivísimo contra la torre de S. Luis, la cual quedó arruinada en poco tiempo, especialmente los muros de la golas y el puente levadizo, juntamente con una buena parte de la contra escarpa. no fue posible sacar inmediatamente las ruinas del foso, las cuales formaban una rampa que facilitaba la bajada al mismo, pues era estremadamente vivo el fuego de cañón y obus y las piedras que saltaban herían á cuantos se presentaban en el foso. El enemigo dirijía la mayor parte de sus tiros contra dicha torre, por qué observó los rápidos progresos de su fuego que casi había arrasado los parapetos y apagado del todo los fuegos de artillería. En vista de esto á las siete se presentaron tres columnas para atacar á la torre. La más crecida se dirijió directamente hacia la brecha y las otras dos se pusieron de observación para proteger la primera. El cordón que centinelas que había amanecido parapetado en los mismo puntos y á la misma distancia en que se hallaba en la noche anterior, se extendió notablemente hacia su izquierda, en dirección al castillo de Montjuich. Sostenidos durante un instante por la metralla dela nueva batería, llegaron los enemigos hasta el foso intimando verbalmente la rendición, al mismo tiempo que las demás tropas maniobraban sobre la izquierda de la torre para cortar la comunicación de ésta con el castillo, pero estando ya tomadas las disposiciones acordadas para cuando llegase este caso, la guarnición de la torre, que había perdido la mitad de su gente, viendo que no tenía medios de defensa, clavó el cañón de á 8 que ya se hallaba desmontado y puesta una mecha para volar las pocas municiones que quedaban, salió de aquellas memorables ruinas y atacando con denuedo se abrió paso por en medio de los que intentaban rodearla apesar de las repetidas descargas de las dos baterías. Las guerrillas colocadas en escalones sobre la izquierda de la torre rechazaron á los que se presentaron por aquella parte, y retorándose sucesivamente, después de media hora de fuego, entraron en Montjuich con sólo la périda de siete hombres. Los enemigos se adelantaron y ocuparon la torre con algun recelo, y sin duda pudieron cortar la mecha, pues no voló el repuesto de municiones. Dueños de San Luis se dirijieron sin pérdida de tiempo hacia San Narciso, contra cuya torre habían levantado en la pasada noche, y por medio de saquillos de tierra y faginas, una batería de tres piezas de á 24, que habían empezado á batirla al amanecer, causando en sus muros muchos estregos. Su comandante que estaba herido se retiró mandando parte de su gente al castillo de Montjuich y dirijiéndose con el resto y arrastrando el cañón hacia la torre de San Daniel. Acosado por el enemigo, tuvo que abandonar dicha pieza en mitad del camino y salvarse encerrándose precipitadamente en esta torre.

Establecido el enemigo en San Luis y San Narciso adelantó sus guerrillas hacia Montjuich y la batería de Casa Roca dirijió parte de sus fuegos contra este castillo, el cual hizo un fuego tan vivo y acertado en todo el día que la pérdida de los franceses hubo de ser de consideración y muy inferior á la de los nuestros.

El bombardeo contra la ciudad fue como en los días anteriores.

Los comandantes de las torres de San Luis y San Narciso bajaron á la población para ir á dar parte verbal de lo ocurrido al general Alvarez. La entrevista de Noguer y Lesenne con dicho general la esplica Medrano en los siguientes términos: "Lo primero que hicieron fue presentarse al Geneal, quien enterado ya del abandono, no queria oirlos, pero ellos entraron y al momento les dijo que, con arreglo al bando que tenía publicado, los iba á fusilar; ellos respetuosamente, aunque con mucha decisión, le dijeron, que no solo habían llenado todos sus deberes, sinó que se habían propasado y excedido; que en los siete días que los enemigos los habñian batido, habían perdido 70 hombres cada uno entre oficiales y tropa; y que sin artillería, ni parapetos y la brecha practicable, podían decir, sin faltar á la verdad, que cuando abandonaron las torres, ya no tenían ni fortificaciones, ni armas, ni gente".

El general Alvarez reunió á la Junta militar exponiendo que los expresados comandantes, tenian la orden de defenderse hasta el ultimo trance y sufrir el asalto, y como no lo habían espresado, decretó que quedasen suspendidos de sus empleos y que sirviesen de simples soldados voluntarios, Noguer en el castillo de Montjuich y Lesenne en la torre de San Daniel.

La Junta deliberó largo rato y tomó diferentes acuerdos para la mejor defensa de dicho castillo, comprometiendo que de él dependía el sostenimiento de la plaza y que el enemigo lo atacaría sin perder momento, con los poderosos recursos con que contaba. De acuerdo con la misma junta el general Alvarez, nombró segundo comandante del propio Castillo al teniente coronel D. Blas de Fournás. Al terminar la sesión los vocales se pusieron de pié, desnudaron sus espadas y cruzándolas con la del General, juraron sostener dicho castillo á todo trance.

Medrano dice á este propósito: "Este suceso, con sus consecuencias y pareceres de unos y otros, nos hizo acabar de conocer el carácter, teson y firmeza del General. Convenció igualmente á todo el mundo, de que no había más recurso que el de defenderse á todo trance (como contínuamente decía el general), esto es, vencer ó morir: lo que contribuyó en superior grado á perfeccionar la moral del pequeño ejército y la del paisanaje, y á producir una suma confianza y una general union de voluntades; que el ejército, que por un acontecimiento como éste ú otro parecido, la consigue, se constituye invencible".

Los capitanes Noguer y Lesenne cumplieron el decreto de Alvarez y como soldados voluntarios pasaron á los puntos que les habían señalado, donde se distinguieron nuevamente por su valor y firmeza.

Instruído después expediente ó sumaria el comandante de la torre de San Luis hizo constar al General el deplorable estado de aquel puesto cuando se vió precisado á abandonarlo, después de haber caído en su defensa cerca de los dos tercios de su guarnición; de tener su artillería desmontada; de haber la del enemigo arrasado por la mañana los guarda cabezas que se habían construído en la noche anterior; de haber derribado las balas del enemigo una porcion del muro de la contra escarpa, batiéndola cerca de la cresta de las tierras que la cubrían, cuyas ruinas formaban una rampa en el foso; y que no tenian un retrincheramiento para sostener el asalto, por no haberse podido construir á causa de la estrechez del terraplén. El general en su vista á primeros del siguiente mes de julio le habilitó para el ejercicio de su empleo y como en el castillo de Montjuich fue después contuso, le concedió el grado de teniente coronel. Iguales gracias concedió posteriormente también al comandante de la torre de San Narciso, por haberse distinguido como veremos en la defensa de la torre de San Daniel en la que recibió también una contusión.

Hé aquí los partes y documentos que tienen relación con los sucesos de este día.

Parte del Comandante General y Gobernador de la Plaza, al Gobernador de Montjuich.

"He visto el oficio que pasa á V. el Comandante de la torre San Luis pidiendo se le den instrucciones de lo que debe obrar en un caso apurado que prevé estar, de resultas de la nueva batería que ha construído el enemigo para batir en brecha dicha torre, y en su consecuencia y habiendo oido el dictamen de la junta militar, debo contextar lo siguiente:

"No es posible que si el fuego de la nueva batería destruyese los merlones y revestimientos de mampostería, puedan sus escombros llenar el foso de tal suerte que se haga practicable la brecha, sin tener que bajar á él con escaleras desde la cresta de la contra escarpa.

"Tampoco es dable que en el caso de intentar un asalto el enemigo haga fuego desde las baterías á los defensores de la torre, pues sería contra los mismos asaltadores, teniendo estos al mismo tiempo contra si los fuegos de las torres de San Narciso y San Daniel, igualmente que del castillo de Montjuich: en esta inteligencia nunca podrá llegar el caso de que estas circunstancias sean tan apuradas que no pueda el espresado Comandante dar parte de ellas, para que reconocido el estado de la brecha, se determine lo que debe hacerse.

"En cuanto á lo que piensa executar el espresado Comandante relativamente á la conservación de la guarnición, mientras dure el fuego de cañón de los enemigos, es muy conforme á las circunstancias en que entonces estará dicha guarnición que de nada serviría en el parapeto; en una palabra debe defender aquel puesto á toda costa y no desampararle sin dar antes parte del estado en que se halla aquella torre, cuando crear ser tal que no pueda sostenerse; en cuyo caso no solo se le daran las ultimas órdenes, sinó que se le facilitaran los medios para volarla y destruir sus obras de manera que no llegue á ocupar el enemigo sinó sus ruinas.

"Se tomaran las mas eficaces providencias para substituir con tablones el puente levadizo si el enemigo logra destruirle; y desde luego providenciará V. que se retiren á ese castillo las municiones de obús de á 8, dexando solo las necesarias para el servicio del cañón con que queda la torre.

"Es cuanto tengo que contestar al citado oficio del Comandante de la torre de San Luis á quien desde luego podrá V. decir todo lo espresado y que seguro yo de sus conocimientos militares, constancia, actividad, valor y demas prendas que le adornan, no dudo que sabrá conservar gloriosamente el interesante puesto que manda.

"Dios guarde á V. muchos años.-- Gerona 19 de Junio de 1809.-- Mariano Alvarez.-- Sr. Gobernador interino de Montjuich".

Cuando llegó el oficio anterior á manos del Gobernador interino de Montjuich, ya la torre de San Luis había sido abandonada por su guarnición.

Certificación dada por el Comandante de ingenieros de la plaza de Gerona, al Comandante de la torre de San Luis.

"D. Guillermo Minali Coronel de los Reales Exércitos y teniente coronel del Real cuerpo de ingenieros y Comandante de esta plaza.

"Certifico: que habiendo reconocido en la tarde del diez y siete de junio último, la torre de San Luis al mando de D. Santiago Noguer y Asprer, capitán del Regimiento de infanteria de Borbón, y batida por cuatro piezas de á 24 y un obús, hallé sus parapetos muy destruídos, sin embargo de los reparos hechos con sacos á tierra y faginas en la noche anterior; y sus muros muy desmoronados y con bastantes escombros en el foso; los pilares del puente levadizo medio arruinados, y en disposición de caerse del todo al primer balazo; su artilleria desmontada, la que se sacó, quedando solamente un cañón de á 8, conociendo que continuando el sitiador su fuego el día 18 y haciéndolo el 19 con la batería que había adelantado á tiro de fusil de esta torre, y de la de San Narciso que flanqueaba la primera, hubiera perfeccionado la brecha en poco tiempo, y reducido sus parapetos reparados de nuevo, de no poder los defensores apostarse en ellos sin mucho peligro para defender la escalada al foso, y sostener el asalto, no quedándoles otro arbitrio en esta crítica situación que el de evacuarla despues de haber inutilizado sus alojamientos y volado el repuesto de pólvora, ó bien de quedar expuestos al furor de los enemigos en el acto del asalto. Y para que conste, doy la presente á Gerona á 1º de julio de 1809.-- Guillermo Minali".

Emilio Grahit y Papéll


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Companyies fixes i milícies urbanes. Capità de les companyies fixes de Ciudad Rodrigo. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Companyies fixes. Companyia d'escopeters de Getares. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Companyies fixes. Companyia de guardaboscos. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Estats majors de plaça. Governador de Plaça. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Estats majors de plaça. Sergent major de places i castells. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.