Día 23 de Julio de 1809.
Santoral: noticias del sitio: parte de D. Marcos Antonio Iglesias con fecha del día anterior: noticias de Sevilla conteniendo las cartas escritas por una señorita de la família Pastors con fechas 16 y 17 de Junio y el párrafo con que las encabezó la Gaceta de aquella ciudad; y continuacion de las noticias de Valencia del 7 de Marzo.

El primer suelto realtivo á las noticias del sitio dice así:

“No hay noche en que nuestros industriosos fuegos no causen incendio en las faginas, que tanto abundan en la ultima batería contra Monjuich: antinoche cayó una carcasa sobre ellas, acudieron los franceses á apagar el incendio que se siguió, y pagaron bien su atrevimiento con las granadas, que dio de sí; subieron al momento un buen tropel con el mismo objeto, y los defensores del rebellín y castillo que esperaban prevenidos, descargaron sobre aquel punto un terrible fuego de fusilería y polladas con un efecto extradordinario; entonces los enemigos se dividieron en dos partidos, por derecha é izquierda para cruzar sus fuegos y distraer con ellos la atencion de nuestra guarnicion, dando así lugar á que sus trabajos apagasen el incendio, de que resultó un tiroteo, aunque es difícil saber la perdida del enemigo en tales acciones, se supone crecida por las circunstancias. Los trabajados has seguido en su acostumbrada actividad hasta amanecer. Los ramales de la izquierda siguien prolongándose; los de la derecha no los adelantan por ahora”.

Sucesos del sitio.

El teniente de guias D. Pedro Ferrer dio parte de haber observado en los enemigos, durante la noche anterior, algunas señales, aunque no tantas como en las ultimas; que al empezar el fuego de Montjuich tocaron generala en su campamento, bajando de casa Roca ocho caballos que se apostaron al lado de Pedret y que mas acá del parapeto de San Lázaro se habían mantenido doscientos infantes hasta las tres de la madrugada, en cuya hora habían tomado la altura de Montjuich. Recomendó á los guías Juan Fábregas y Baudilio Verges, que le habían acompañado hasta las centinelas y avanzadas enemigas, á pesar de la lluvia de cascos que por todos lados les caían.

Ocurrieron además las novedades que esplican los partes siguientes:

Parte del Gobernador de Montjuich.

“Incluyo el parte del comandante del rebellín, D. Fulgencio Fernandez teniente del Regimiento de Borbon y añado que desde las doce hasta las dos y media se hizo al enemigo un fuego vivísimo desde la brecha nueva y cortina inmediata, para impedir el que apagase el incendio, como se consiguió completamente”.

Parte citado del comandante del rebellín.

“Los enemigos empezaron su acostumbrado trabajo y con la misma actividad, desde que anocheció. A las doce de la noche una carcasa pegó fuego á las faginas y acudiendo ellos para apagarlo, les hice un vivo fuego de fusilería, al que contestaron los enemigos, á cuyo abrigo vinieron muchos con sacos de tierra para echarlos sobre la parte que se abrasaba. Se creyó lo habían apagado, pero al cabo de un rato volvió á encenderse con mas furia: nosotros lo aumentamos con el fuego que le hacíamos de todas maneras, el que fue tan vivo y acertado, que viendo ellos la gran perdida que se les causaba, se desanimaron en términos que desistieron absolutamente de su empeño, contendándose con hacer una gran cortadura hacia el ángulo saliente del rebllín para impedir su propagacion. Si el viento nos hubiera favorecido, se encendía sin duda la mayor parte de sus obras; sin embargo, la buena porcion que se incendió se consumió del todo; sin que hayan vuelto los enemigos á asomar, ni intentar apagarlo, ni aun despues de concluido, empezar de nuevo los trabajos que habían abandonado. Es de grande consideracion el daño que hemos causado al enemigo”.

Con motivo de estos sucesos, el P. Ferrer en su obra Barcelona cautiva, tomando el fuego de las faginas por el de un combate, dice que en las noches de que nos estamos ocupando repitieron los franceses la tentativa contra Montjuich, de la que hubieron de desistir por un vivo fuego que por nuestra parte se les hizo por espacio de dos horas y media.

Al amanecer se observó que en la mitad del glacis de la plaza de armas de la derecha había el enemigo colocado paralelamente al camino cubierto, una larga hilera de gaviones, y que detrás de ella había construido algunos espaldones, indicando este trabajo la construccion de una tercera paralela afin de acercarse al camino cubierto del rebellín y batirlo en brecha. Como no era posible construir en su terraplen un solido retrincheramiento a causa de su poca capacidad, se intentó contranimarla. A este efecto se rompió su revestimiento desde la retreta y se empezó á abrir una galeria; pero luego se halló que el terraplén se componía de un relleno de piedras sueltas; cubiertas con una capa delgada de tierra, que formaba su superficie superior. En vista de esto se rompió la contra escarpa, que revestía el terreno natural en su gola y se halló detrás de ella un puro peñasco por lo que se desistió de este trabajo, cuya ejecucion requeria la mayor prontitud.

Se colocó el puente levadizo en el puente de madera del rebellín, desde la salida del tambor que cubría la puerta de la poterna en la cortina.

Observose durante el día que el enemigo continuaba llenando sus gaviones, por cuyo motivo se arrojaron sobre él los fuegos verticales y muchos cascos de bomba con un mortero. Contestó con un incesante fuego de fusil y con la batería inmediata á la comunicación de la torre de San Luis, la cual procuró batir la cortina del frente atacado y el ángulo flanqueado de su rebellín.

En la mañana de este día ocurrió un lance digno de ser referido. Hallábase de centinela en el rebellín un soldado del regimiento de Borbón, y como casi se tocaba con los del enemigo, uno de éstos desde los apostaderos del glacis le preguntó como era que no se entregaban, si ya les faltaban los comestibles. El soldado de Borbón al oir estas palabras tirole al enemigo la mitad de su pan que debía servirle para el resto del día y le dijo: si pensais tomar la plaza por hambre, estais equivocados y así repetir con frecuencia los asaltos.

En uno de estos días ocurrió aquel otro episodio del tambor Luciano Ansió, indivíduo de la compañía fija de artillería de Gerona, al mando de D. José Puig. Estandi dicho Ansió de centinela para indicar con la caja los tiros de bombas y granada que dirijían contra el castillo, un casco de bomba se le llevó con la parte superior de la pierna gran porcion de la rodilla. Cayó en tierra casi moribundo y cuando fueron para transportarlo al hospital, se resistía diciendo en catalán que era su lengua: no, no, aunque estoy herido de la pierna, tengo los brazos libres y puedo tocar la caja, para que se libren de las bombas mis amigos (1).

Durante el día que reseñamos, el fuego de mortero contra la plaza fue muy poco, pero muy vivo el de cañón y obus que causó muchas desgracias. Nuestras baterías correspondieron con la misma actividad

Reuniéronse en este día las juntas gubernativa, militar y económica, y acordaron con el Gobernador, que los habitantes entregasen las pipas y toneles vacios para la reparacion de las obras de defensa, construcción de retrincheramientos, cortaduras, etc., y así mismo los colchones, sábanas, mantas y otros enseres para los nuevos hospitales que se estaban habilitando, con motivo del mucho aumento de enfermos y heridos. El vecindario apesar de los apuros que pasaba, y de la multitud de enfermos en las casas particulares, contribuyó gustosamente al nuevo servicio que se le imponia.

Oficio del General Alvarez al Ayuntamiento.

“Del caudal que manifestó V. S. hallarse en el fondo de propios y arbitrios, dispondrá se entregue luego en calidad de reintegro, al tesorero de la M. I. Junta, la cantidad de quatrocientas libras catalanas, sirviendo lo demás para los pagos necesarios que V. S. espresa.

“Dios guarde á V. S. muchos años. Gerona 23 de Julio de 1809.—Mariano Alvarez.—Al M. I. Ayuntamiento y Junta de propios de esta Ciudad”.

En el mismo día se hizo la entrega de dichas 400 libras.

Noticias de Francia.

Del Diario del Imperio del 23 de julio.

“Madrid 14 de julio.— En Cataluña el sitio de Gerona se adelanta, bajo las órdenes del General Verdier. Algunos de los fuertes estan en nuestro poder; ya á la salida de los últimos correos, se batían dentro de la misma ciudad y se trataba de capitulación”.


Notas

(1) - Sufrió este bizarro tambor la amputación del muslo izquierdo con mucha serenidad y paciencia, logrando despues curar felizmente. Tornar al text


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.




Ajudant de Camp. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada em 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Brigadier d'Enginyers. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada em 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Tinent General amb uniforme d'Infanteria. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada em 1808", de José Maria Bueno, 1982.



Administració de l'Exèrcit. Comptador de l'Exèrcit. Dibuix de Fèlix Xunclà, basat en "Uniformes Militares españoles. El Ejército y la Armada em 1808", de José Maria Bueno, 1982.


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