Segundo Sitio de Gerona (VI).

Día 29 de julio de 1808.

La oscuridad de la noche anterior, proporcionó al enemigo el posesionarse de la torre abandonada de que había sido echada el día antes. Observada dicha novedad, salió del castillo de Montjuich al amanecer, una guerrilla de 60 voluntarios al mando del teniente D. Antonio Pellicer, sostenida por 20 soldados del regimiento de Ultonia á las órdenes de su teniente D. Miguel Piersón. Atacaron con tal denuedo á los enemigos que les obligaron á abandonar el puesto dejando en el siete muertos. Condujeron á la plaza varios despojos de fusiles, mochilas, cartucheras y herramientas.

En el campo sitiador no se observó otra cosa mas que movimientos de pequeñas columnas de infantería y caballería de uno á otro lado, como para indicar mas fuerza. Estaba dividido en cinco campamentos.

Desertó del campo enemigo un soldado de caballería de cazadores con su caballo. Fue muy bien recibido por las avanzadas. A los que se recojieron, se les premió con una onza de oro para estimularles á tratar bien á los rendidos y desertores.

Llamó la atención el chocante espectáculo de una muger que de la parte de San Daniel entró en la ciudad con una caballería cargada de vino, llevando con mucha gallardía su fusil al hombro. Con este motivo añadía el Diario de Gerona que era muy comun ver infinidad de mugeres que noche y día corrían por las murallas llevando cartuchos, aguardiente y vino y aun muchas hacían los mismos oficios entre las guarniciones de los castillos, despreciando los peligros que ello acarreaba.

En el Diario de Gerona de este día se lee:-- "Escriben de Francia con fecha de 17 del corriente: que Bonaparte se halla muy resentido de la conducta del General Duhesme por no haberse apoderado ya de la Ciudad de Gerona tan interesante para la conservación de su exército y para la conquista del resto del Principado; se asegura que la omisión y descuido del citado General Duhesme tendrá contra él funestas resultas; este es el pago con que recompensa á sus más fieles Generales el sanguinario Napoleón.

"Así mismo se dice que el citado Duhesme resentido de tan grave cargo, ha combinado el plan de conquistar la referida Ciudad de Gerona del 20 al 25 del presente mes, atacando la División de Barcelona por esta parte, y los de Perpiñán y Figueras por aquella; pero habida razón, que el ínclito Patrón de aquella Ciudad San Narciso, que en varios casos la ha liberado de los franceses, aniquilando sus exércitos con milagrosas moscas que salieron de su sepulcro, ha en el día empuñado el bastón de Generalísimo de los defensores de ella, y dado pruebas de su prodigiosa protección en los furiosos ataques que recibió los días 20 y 21 del pasado Junio, espera dexará burlados los orgullosos planes de tan perverso General.

"Si Duhesme hubiese tenido presente que el impío oficial francés que antes de ir á la indicada expedicion de Gerona, orgullosamente se jactaba en Barcelona ante sus conocidos que con aquel sable (era muy hermoso y afilado) había de cortar la cabeza á San Narciso y llevarla en triunfo por las calles de Barcelona; en castigo de su temeridad y jactancia y en desagravio del Santo quiso Dios que fuese el primero que quedase en el campo; sin duda antes de atentar ninguna cosa contra Gerona, habría advertido que aquella Ciudad está baxo la égida y protección del glorioso San Narciso y que por no exponerse á ser víctima de la temeridad, como dicho oficial, habría suspendido nueva expedición contra ella.

"Se acaba de saber que el decantado refuerzo de 10 mil hombres que se esperan en Perpiñán se ha reducido á 200, así sucede en todas sus cosas, siempre el embuste y la mentira es la que ocupa el primer lugar".

Parte de la junta local de Cadaqués, á la de Gerona, con fecha de este día.

"El Capitán Sebastián Cabrisas de esta matrícula, que lo es de su Xabeque nombrado La Virgen del Carmen, armada en corso por disposición del Gobierno de la plaza de Rosas, habiendo dado parte ayer tarde de haber apresado un Laud que según noticias antecedentes estaba tripulado en Barcelona con destino para la correspondencia de aquella Capital con Francia y que al tiempo de apresarlo encontró en el un marinero, por quien supo que se había escapado un oficial con el resto de la tripulación y que en efecto llevaba pliegos para dicho destino. En consequencia dispuso esta Junta algunas partidas de gente armada para seguirlos. Efectivamente se han conducido á esta todos menos dos, uno de los quales se ha reembarcado con el mismo barco apresado. Los prisioneros que se hallan en esta son 9 á saber D. Miguel Barbastro teniente de caballería de la 7ª compañía del regimiento 10 de Husares, Vicente Isuard de Saboya, Antonio Teix, Luís Castelino, Marcelo Basaló, José Lastreto, José Costa, Juan Castelino, Manuel Boyaoca, los siete últimos marineros genoveses.

"El oficial declara haber salido de Barcelona á las 10 de la noche del 26 con destino á Portvendres con un Laud de Montgat equipado con patente y ocho marineros cogidos entre los barcos mercantes de aquel muelle y con el indicado secretario: que llevaba un pliego ó sea despachos que le confió el General Lecchi para conducirlos á Portvendres por mar, debiendo inmediatamente tomar la posta en Perpiñán para conducirlos personalmente hasta Bayona. Dice además que el General Duhesme salió de Barcelona para Gerona con 5.000 hombres y la caballería de coraceros, cazadores y napolitanos, con 22 piezas de artillería de 12 y 24, 12 morteros de 10 á 12 pulgadas: que los presidiarios de Barcelona están también en dicho exército, habiéndoseles prometido la libertad despues de la toma de Gerona; que también llevan 30 escaleras tan anchas que pueden subir por cada una de ellas cien hombres desembarazadamente: añade también que en pocos días ha llegaron á Barcelona dos mugeres (cuyo nombre, patria y calidad ignora) que salieron de Gerona y dijeron al General Lecchi, que en esta ciudad mataban y desquartizaban á todo prisionero francés que entraba en ella. Los demás prisioneros están contestes en que se les ha cogido de barcos particulares y metido en este apresado, sin saber el destino que llevaban.

"A dicho oficial se le ha encontrado un gran pliego que en consideración al extravío á que estaba sugeto antes de llegar á esa Superior Junta y á lo importante que podía ser su contenido, ha juzgado esta, como una medida de precaución, descubrirlo, prestando juramento todos los individuos que la componen de no revelar cosa alguna. Descubierto el primer sobre se advirtió que su contenido era de mucho interés y por consiguiente se resolvió descubrir todos los pliegos inclusos en él, sacando de todos copias literales, las mismas que dirige á V.S.S. esta Junta, por medio de Jacinto Cabrisas uno de sus individuos. Hoy seconducirán á la plaza de Rosas los referidos prisioneros".

Las comunicaciones á que se refiere este parte eran dirigidas por el general Lecchi á otros generales, lamentándose de la crítica situación en que había quedado él en Barcelona despues de la salida de Duhesme, y estaban concebidas en los siguientes términos:

Carta del general Lecchi á Murat.
"Mi Príncipe.
"Mi honor y mi deber me obligan á dirijir á V.A.I. y R. copia de mis cartas escritas á los señores generales Reille y Duhesme.

"V.A.I. verá mi situación y la desconsoladora necesidad de que se tomen las providencias más ejecutivas con respecto á Barcelona, cuya localidad, almacenes y artillería componen uno de los objetos más considerables para la monarquía.

"V.A.I. me conoce y puede vivir con sosiego sobre todo lo que dependa de mí, pero 4.000 hombres... estos son mis recursos. Con todo nada se aventurará mientras yo viva. Vos conoceis, Príncipe mío, mis máximas militares y mi adesión á S.M. el Emperador y Rey. El hijo del valiente capitán Barbastro es el que atravesando los barcos ingleses que nos rodean, espero entregará estos pliegos. Este es un nuevo testimonio, Príncipe mío, de la lealtad de esta casa.

"P.E. En medio de inmensa artillería y provisiones de guerra, ha partido el General en Jefe.

"Barcelona 27 de Julio de 1808.-- De V.A.I. y R. muy rendido y obediente servidor.-- Lecchi, general de división".

Otra carta.

"Barcelona 20 de julio de 1808.-- Lecchi etc.-- Al señor general de división Duhesme, comandante en jefe del ejército, en Arenys de Mar.

"Hago salir el tren que me pedís, pero obedeciendo vuestra orden tengo el honor de manifestaros, General, que habeis quitado el mejor medio de defensa que habíais prometido dejarme. La nueva posición que me haceis, me imposibilita para hacer la mas pequeña salida, contra los muchos enemigos que están á nuestras puertas. Privado por vos, General, de los medios de defensa que se me habían ofrecido, yo declino sobre vos la responsabilidad que había contraído sobre mi cabeza. Yo daré, no lo dudéis, General, mi vida por el Emperador, pero antes que la pierda haré patente mi posición á S.M. que ha querido siempre que la suerte de Barcelona no quedase espuesta, como lo está hoy día, por vos que habeis estraído la mitad de las fuerzas destinadas para su defensa, cuando la ciudad está amenazada interior y exteriormente por el mayor riesgo.

"El modo con que están concebidas vuestras órdenes, me hace conocer que Mr. el coronel Fabre se ha quejado de mí. Estas quejas son tan infundadas, que todos los caballos que se ha llevado, se han recojido á costa de mi cuidado, y hubieran sobrado, si los encargados del recibo y custodia en la Ciudadela, no hubiesen dejado sacar con disimulo, una buena porcion, de lo que tengo pruebas suficientes.

"Mientras mi hermano parte á Mataró á buscar los heridos... entran en la ciudad conducidos por la escolta.

"El consul de la ciudad de Mataró me advierte, que ha hallado en el camino á los bandidos y que estaban batiéndose con la columna referida, que se mantendrán siempre en Mataró para cumplir vuestras órdenes.

"El tren partirá á media noche, con ocho cajones de municiones para la infantería y uno para calibre de á 12. El segundo que habíais pedido no puede marchar aún.

"Mis descubiertas del lado de San Feliu, han sido rechazadas y perseguidas por los enemigos hasta Sans: y son numerosas sobre el Llobregat, con caballería y mucha artillería.

"Si conocieseis los desvelos que yo sufro no me molestaríais de este modo y yo no tendría semejante recompensa.

"Admitid, General, los sentimientos de mi aprecio y consideración.-- Lecchi".

Otra carta.
"Ejército de observación de los Pirineos Orientales.-- Cuartel General de Barcelona 26 Julio de 1808.-- El general de división Lecchi, al señor general de división Reille, Edecan de S.M. el Emperador de los franceses y Rey de Italia.

"General
"El General en Jefe Duhesme cuando marchó contra Gerona con la mayor parte de sus fuerzas, me encargó el mando superior de Barcelona y sus castillos con las restantes de mi división. Habiéndose llevado consigo, un batallón italiano, cinco compañías del primer regimiento napolitano, el segundo regimiento de cazadores de la misma nación, casi toda la artillería con su tren; me ha parecido hacer presente al general en jefe que con tan pocas fuerzas no podía emprender nada y que me veria obligado al primer peligro á recojerme dentro los castillos y abandonar esta populosa ciudad á los revoltosos y sediciosos que encierra.

"El general convencido de mis razones, me dió palabra de enviarme un batallón y un escuadrón luego que hubiese verificado su reunión con vos.

"Han pasado doce días, General, y el batallón y el escuadrón no parecen, no solo no tengo notícias del general en jefe, sinó que los espresos que he enviado para saberlas no han podido llegar á donde se envuentra. Este estado tan penoso me obliga á despacharos el aviso para que conozcais mi verdadera posición.

"Barcelona, General, contiene 150.000 habitantes los que se pueden contar por tantos enemigos: á dos, tres, quatro leguas al rededor, se halla lo que se llama cordón de los bandidos, que según mis notícias se componen hoy día de 30.000 hombres. Este cuerpo se aumenta todos los días con los recien venidos, por la deserción de las guarniciones enteras de tropa de línea, por la de Mahón que acaba de desembarcar en Tarragona, y por los oficiales de línea que acuden de todos los rincones de España y por la requisición.

"Yo no tengo 4.000 hombres para contrarrestar á estas fuerzas; en la ciudadela ha de haber 1.500, 1.000 en Montjuich, 500 en las Atarazanas, y así no me queda gente para defender la Ciudad y yo habré de abandonarla, así como no dudo, todas estas tropas se me echan encima.

"Estrechado con tan débiles fuerzas, sin artilleros, y forzado por la necesidad á aplicar al servicio de la artillería los soldados de los batallones, mi honor no puede exijirme otra ley que la defensa de los castillos, y yo los defenderé, General, á costa de cualquier sacrificio y con el celo de que es capaz un valiente militar. Diez días con sus noches hace que nos preocupemos en proveerlos para dos meses, de víveres, líquidos, leña, etc., y completar las fortificaciones.

"La tropa está en un servicio contínuo y su celo es tal, que confío en dos días ver provistos los Castillos.

"Cuarenta mil fusiles almacenados en un arsenal poco seguro, han sido sacados por la tropa y llevados á la ciudadela; también he metido en los castillos los cañones montados en las murallas, con toda la pólvora que hay en los almacenes fuera de la ciudad, la que al primer acontecimiento hubiera sido del enemigo; por fin he procurado no omitir ninguna diligencia de las que la prudencia y vigilancia exijen en semejantes casos.

"Pero la prudencia, General, no puede parir batallones, y estos son precisos para dominar una capital populosa. Si se abandona por un instante, va á ser el teatro de los mayores desastres, sin que sea dable estorbarlos. Reducido por la dura necesidad á defender las fortalezas, yo opondré esta lección á los alaridos de la desesperación y á las lastimosas quejas que me darán los habitantes honrados por haberlos desamparado. Deseo que penetrado vivamente de la verdad de este espectáculo, procuréis, General, ponerme en disposición de alejar las desdichas que amenazan á esta Ciudad, desdichas inevitables si no recibo un pronto socorro.

"Os ruego, General, que admitais los sentimientos de mi mayor consideración.-- Lecchi".

Ultima carta.
"Barcelona 27 de julio de 1808.-- Lecchi general de división al señor general en jefe Duhesme.

"Espero, General, que recibiréis esta carta: ella va por mar. Mi situación, General, es cada día mas peligrosa y como yo os lo había pronosticado. Rodeado por todos lados y amenazado en lo interior, mi tropa está en contínuo servicio y rendida de cansancio. Doce días hace, General, que marchasteis de Barcelona y en vano he esperado notícias vuestras y procurado os llegasen las mías. El batallón y escuadrón que me habíais prometido, los he aguardado en valde ocho días. Tres mil hombres de la guarnición de Mahón han desembarcado en Tarragona con 18 obuses y 26 cañones de grueso calibre: la vanguardia compuesta del regimiento de voluntarios de Cataluña ha llegado ya á Valterana en donde ha hecho una batería de seis cañones. Los cuerpos se aumentan diariamente y se puede estimar el cordón en 30.000 hombres; tienen también 500 caballos. Llegan con sus descubiertas á Sans y San Boy, pero se detienen al acercarse las mías que se adelantan todos los días hasta Molins de Rey. El valle de Montcada está lleno de jente. En Arenys de Mar han desembarcado los ingleses y derribado nuevamente todos los caminos desde Calella á Mataró. Habéis de saber mejor que yo, los españoles é ingleses que han desembarcado en San Feliu. Algunos generales españoles han tomado el mando de los insurrectos y todo indica que Barcelona será atacada inmediatamente.

"Vos conocéis tan bien como yo las fuerzas que me habeis dejado y los puntos que he de defender. Las fortalezas estarán prontamente provistas. Todas las municiones, armas y los 40.000 fusiles depositados en las Atarazanas están en la Ciudadela: Montjuich, al Ciudadela y Atarazanas se defenderán; pero si me atacan unas fuerzas tan superiores, es indispensable abandonar las murallas: y lo que mas me aflije es no poder hacer salida alguna. ¡General, en qué desdichada posición me habeis desamparado! ¡Como habeis aventurado mi honor y el vuestro!

"Recapacitad en la extensión de las circunstancias que me rodean y en lo que se halla expuesta la interesante capital de Cataluña, cuya conservación interesa tanto á S.M. el Emperador y Rey.

"POr temor de que no os llegue esta carta escribo otra al general Reille.

"Admitid, General, los sentimientos de mi distinguida consideración.-- Lecchi.

"P.D. Mantengo una comunicación diaria con los puestos de S. Pedro Martir, Montgat y los Molinos".

Emilio Grahit y Papéll




Napoleó. Oli sobre tela, 1832. Städtisches Museum Simeonstift Trier. (Wikipèdia).



El general Honoré Charles Michel Joseph Reille, 1775-1860. (Wikipèdia).



Detall del monument als defensors de Girona durant els setges de 1808-1809, l'anomenat Lleó del Mercat.



Joaquim Murat. Oli sobre tela de Gérard, François Pascal Simon, 1800-1810. Museo di San Martino. (Wikipèdia).



Napoleó Bonaparte. Il·lustració de Memoirs of Napoleon Bonaparte, de Louis Antoine Favelet de Bourrienne, 1891.



Detall del monument als defensors de Girona durant els setges de 1808-1809, l'anomenat Lleó del Mercat.



Napoleó i el seu Estat Major (Fragment).



Joachim Murat, Príncep de l’Imperi, Gran Duc de Clèves i de Berg, Rei de Nàpols el 1808 (1767-1815). Wikipèdia.



Napoleó. Dibuix de Leroux. Extret de Memoirs of the Court of St. Cloud. Gutenberg Project.



Napoleó en una moneda de l'època (Wikipèdia).


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.


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