Día 13 de setiembre de 1809.

Santoral: noticias del sitio: el aviso al público de D. Carlos Beramendi del día anterior y noticias de Sevilla del 3 de Agosto.

Publicose en este día un Suplemento al Diario de Gerona conteniendo la siguiente composición poética.

"En honor de la Ciudad de Gerona escribe Aneryda este CANTO

Entre roncos estruendos del mortero,
Entre estallidos del cañón tronante,
Por un momento olvido á Marte fiero
Y quiero triunfante
Dar un rápido paso
Del campo de batalla al gran Parnaso

De sangrientos horrores abrumado;
El corazón de enojo enardecido;
De las alegres musas olvidado;
De Apolo despedido,
¿Cómo saldré feliz del alto empeño
De pintar, ni en borrón, un fiel diseño
Del esfuerzo, virtud,valor, constancia
De Gerona, más heroica que Numancia?
A fuera el Dios Apolo:
Otro número mejor mi vena inflama.
Un Santo General, Narciso solo
Su influjo sobre mi, grato derrama.
Y pues no me abandona
Para cantar en suma
Las glorias indelebres de Gerona,
Ciñe la espada, y tomaré la pluma.

La gabachina turba y sus caudillos,
No bien escarmentados
En los sitios pasados
Del fuego de la plaza y sus castillos,
Acometen de nuevo las murallas
Este enjambre de pérfidos, canallas,

Esclavos ciegos del comun verdugo,
Porfia bárbara á poner un yugo
Que fuera de la España vil desoro:
Y con cien bocas de metal sonoro,
Asestadas por todo con amargo
Nos vomita el incendio y el estrago.

Cubierto el aire de una nuve oscura,
Que esparce el instrumento belicoso
Con granizo de hierro,hace horroroso
El destrozo mortal que nos apura.
Con tres meses y medio,
De tan horrible asedio,
En que á fuerza de bombas y granadas,
Las casas destruidas ó quemadas,
Presentan por ejemplos imitables
Un monton de ruinas respetables;
En tan duro conflito
De vencer ó morir es solo el grito.

De un Alvarez intrépido, aguerrido,
Político, prudente,
De un general discreto, prevenido,
Humano, liberal, fuerte, valiente;
De un Gefe que posee el arte en mano
De un hermanar el soldado y el paisano,
Y hace con su presencia
Que en dulce competencia
Corriendo á la defensa todos fieles
Se disputan sin riña los laureles…
¡Qué diré de tan digno comandante,
Que no pierda en mi pluma mal cortada?
Quedo escaso y no obstante
Temo herir su modestia acrisolada.
Diré, con su perdón, que su justicia
Brilla en un todo como su milicia,
Y le hace un hombre entero:
Celoso premiador y juez severo,
Y para que el vil Corso más se asombre,
Sabe de una mujer formar un hombre

De Monjuich impávido el soldado,
Con tres brechas abiertas,
(Que el francés atisbara como puertas
Para meterse dentro acelerado)
Arrostra los peligros y temores,
Siempre más firme, cuanto son mayores.
Desmoronando el muro y sus cortinas,
Como que de ruinas
No es ya más este fuerte que un escombro,
Que ofrece un testimonio del asombro,
Que causa á los gabachos sitiadores
El teson de sus bravos defensores.
Destruido, asolado
Lo poco que restaba, maleado,
Se abandona el castillo, mas salvada
Logra en la plaza entrar su gente armada.
Si acaso el enemigo ha presumido
Por tener la montaña,
Ver pronto nuestro pueblo sometido,
Yerra infeliz, se engaña:
Nos queda el Condestable,
Nos queda un defensor incomparable
Nos queda el patriotismo, decididos
A perecer, primero que rendirnos:
Y sin temor de vano en la jactancia
Aun nos queda el valor y la constancia.

El letrado abandona su bufete,
Y empuña sin temor un mal acero;
El fraile su retrete,
Y en defender la plaza es el primero,
El clérigo prodiga su asistencia
Do por la humanidad clama la urgencia.

El artesano su taller olvida,
Y ufano sacrifica hasta la vida,
Y dentro de Gerona,
Cada muger se cree una amazona.
Dirá á si cada cual sin vana gloria:
Mi valor será eterno en nuestra historia;
Soy inmortal: direlo de otro modo;
Gerona defendí
; díjelo todo.

Defensa tan heroica, tan gloriosa,
Que tal vez por brillante es la más rara,
Se toca que en su esfera es prodigiosa,
Que una invisible mano nos ampara.
Un santo general, que en los altares
Humildes veneramos
Nos colma de laureles singulares,
Nos conduce á vencer, lo confesamos
El es nuestra confianza, y con fé digo
Que ha de ser el terror del enemigo
De quien estoy bien cierto
Que lo burlará vivo y teme muerto;
Y á su pesar conozca, le es preciso,
El secreto poder de San Narciso.

El pueblo abandonado
Cuenta con su valor y resistencia,
Con el celo de un Gefe acreditado,
De un santo tutelar con la clemencia.
Vemos ya los recursos agotados,
Víctimas de la patria aquí gemimos:
Con todo, denonados,
Moribundos, sin fuerzas, resistimos
El tropel de falanges aguerridas,
Y humillamos sus aguilas erguidas:
Y antes que su furor nos avasalle

Regaran con su sangre cada calle.
Preferimos la muerte
A la aciaga suerte
De caer en las garras de un tirano.
Nuestro heroico valor no será en vano,
Esperando con el favor divino
Que nos lleve al triunfo el fiel destino.

Animo, catalanes;
Volad á nuestro amparo presurosos,
¡Qué! ¿No os impeliran nuestros afanes
Nuestros males y apuros lastimosos?
Nuestra causa es comun; á todos toca
El tirano os provoca
Con la furia y barbarie con que oprime
Al infeliz que en sus cadenas gime.
Socorro, pues: venid mientras constantes
Con un puñado escaso
De guerreros, que pugnan incesantes,
Diferimos el sitio en cada paso
¿Viendo sacrificar tantos valientes,
Sereis espectadores indolentes?
¡Ah! Cuanto os vale Gerona socorrida!
¡Que en vano lloraréis, cuando perdida…!
Al arma, al arma… á defender el muro…
El enemigo avanza…

¡Que penetrante grito!-- Voy seguro,
No me engaña el valor ni la esperanza
De abatir otra vez la altanería
Del águila francesa en este día.
Y pues cantar las glorias de Gerona,
Que la fama en su honor aquí pregona,
Toca al pico elocuente de algun sabio
Corro á tomar la espada y cierro el labio.

Sucesos del sitio.

Durante la noche anterior los frentes atacados de la Plaza hicieron mucho fuego de fusil, metralla y granadas á los puestos enemigos. Esos correspondieron con mucha viveza arrojando en la misma noche 28 bombas y 17 granadas que arruinaron algunas casas, y ocasionaron algunos muertos y heridos entre la tropa y vecindario. Al amparo de estos fuegos, el sitiador reforzó el espaldón indicado en el día anterior y concluyó las tres troneras en el mismo abiertas, adelantó un ramal nuevo y prolongó el anterior en dirección á la brecha de Santa Lucía.

A las cinco y media de la mañana las baterías enemigas de Montjuich y foso del mismo, y la inmediata al camino que estaba á la derecha de la torre de San Juan, rompieron el fuego contra la plaza. Uno de los cañones de la última dirijió sus tiros contra la batería de la Catedral; pero su mayor furor fue contra la brecha de Santa Lucía.

Con dichas baterías y con las demás hizo en todo el día mucho fuego, dirijiendo la mayor parte de sus tiros á las baterías de la Catedral, de San Cristóbal y de Manegat, para apagar sus fuegos, sin cesar por esto de batir en brecha el cuartel nuevo de Alemanes.

Nuestras baterías correspondieron con la misma viveza haciendo fuego de cañón, mortero y obus, causándoles mucho daño y haciendo callar algunas de sus piezas.

En la Plaza se continuó con bastante actividad la construcción del retrincheramiento en la plazuela del monasterio de San Pedro de Galligans. Reforzose tambien el parapeto de la torre Gironella.

Los mil infantes y ciento diez caballos enemigos se mantuvieron acampados en Tayalá, como también otra partida en la torre de Villar.

Se publicó el siguiente:

"Aviso al público.-- En el edicto publicado con fecha de ayer, se prescribieron las reglas y medidas más oportunas para proporcionar el primero y más necesario alimento de pan, no solo á la guarnición de la plaza, si que tambien á su leal y benemérito vecindario: pero la junta que presido, y que se desvela sin cesar en discurrir medios para aliviar en todo lo posible á los leales gerundenses entre los apuros del día, afin de dar la más conveniente prueba de quanto se interesa en el socorro general de todos, y hasta de los más infelices y desvalidos, ha tenido por conveniente añadir las siguientes:

"Mediante haber demostrado la experiencia que los molinillos de los zurradores y curtidores, no se necesitan todos, para blanquear el trigo que ha de consumir la tropa de la guarnición en la olla, ó puchero, diariamente: el que se blanqueará en los molinillos restantes, los señores vocales de la junta económica cuidarán de que se venda á los vecinos y moradores de la presente ciudad á precios regulares y cómodos.

"Los mismos señores vocales cuidran de que se venda trigo á precios regulares y cómodos á los particulares que lo pidan tambien con la debida proporcion á lo que puedan necesitar para si y sus familias, para algunos días.

"A las personas que por tener sus bienes en propiedad de los enemigos, ó por no poder utilizarse de ellos á causa del sitio actual, ó por otros accidentes de hallen exhaustas de caudales, se les venderá el trigo al fiar, acreditando su falta de caudales por certificación del párroco, y dando un resguardo con promesa de pagar el precio, quando mejoren sus circunstancias.

"En consequencia: de acuerdo con la referida junta, he tenido á bien mandar se publiquen las mencionadas reglas, y prevenciones para que sirvan á todos de particular satisfaccion y consuelo.

"Gerona 13 Septiembre de 1809.-- Mariano Alvarez".

Como ampliacion de este edicto, los vocales de la Junta Gubernativa fueron á recorrer las calles, pidiendo á los vecinos que entregasen los víveres que pudiesen. Apesar de que todos pasaban grande estrechez, abrieron generosamente sus puertas y solo en los días 13 y 14 se recogieron 29 arrobas de tocino, y una buena cantidad de carne salada, judías y otros comestibles. Continuó las recolección durante los días siguientes y en los nueve ó diez días que duró se recogieron 57 arrobas de tocino, dos y media de manteca, y una buena cantidad, relativamente hablando de los demás comestibles, que se repartieron diariamente á la tropa por la misma junta, á razon de una onza de tocino ó manteca por etapa.

Dicha recolección dio lugar una vez más á demostrar el patriotismo de los vecinos de Gerona, quienes entregaron á porfía sus esquilmados repuestos, no forzosamente, sinó de la manera más gustosa y voluntaria, así los más pobres como los ricos. El P. Cúndaro dice á propósito de esto: "¿Cuántas anécdotas de patriotismo no se representaron entonces en pocos días? El corazon no podía menos de sentir las emociones tiernas que escitaba el ejemplar desasimiento de unos pobres artesanos, que en la misma situación crítica de la escasez propia, emulaban, ya que no podían en la cantidad, en la voluntad á los más pudientes, y previniendo la súplica alargaban á los colectores, con mano graciosa y liberal, lo poco que les había quedado para su sustento, para que éste no faltase á tan valerosa y benemérita guarnición".

Además de éstas, se ofrecía otra necesidad, pues agotados por completo el aceite y las velas de sebo, se tenían que hacer las guardias sin luz. En vista de ello se recurrió á los superiores de las Iglesias y conventos para que entregasen la cera y aceite que pudiesen, lo que verificaron gustosos desde luego.

Ampliando estas prudentes medidas encaminadas al sustento de la guarnición, se cuidó de ausiliar á los necesitados, así sanos, como enfermos, que lo eran en número estraordinario. Al efecto la Junta nombró dos comisionados para que cuidasen de la asistencia de los pobres. El Sr. Obispo, estableció tres abundantes ollas diarias; una en su palacio episcopal, otra en el convento de Capuchinos y otra en el de San Francisco de Asis, obrando en todo de acuerdo con los comisionados de la Junta; y dispensó en todas sus partes los tres ayunos de las témporas del mes de septiembre.

Oficio del médico Sr. Viader.

"Consiguiente al oficio de V. S. de esta fecha he ido á visitar inmediatamente los enfermos existentes en la Colegiata Iglesia de San Felio, cuyo número ha sido de 69: y al mismo tiempo he manifestado su disposición de V. S. á algunos médicos y boticarios; y resulta que estos me han expuesto que aun no es de su obligacion el dar los remedios á los pobres: con todo lo harían gustosos, tanto para servir á la Patria y socorrer á la humanidad, como para cumplir la expresada disposicion de V. S.; pero que la escasez de drogas medicinales apenas les permite de poder abastecer los enfermos que se tratan en sus respectivas casas, y que aquellos atareados con la visita de los Hospitales y de los particulares, no tienen tiempo para desempeñar la expresada disposicion de V. S.

"Estas reflexiones; el tener que cargarse demasiado esta admósfera estableciendo Hospitales en el centro de la Ciudad; lo sagrado de las Iglesias en donde se acojen los pacientes de que trata el oficio de V. S.; el ser regular que las personas caritativas que promuevan el consabido establecimiento en dichas Iglesias, den igualmente limosna al Hospital de Caridad; y que el mismo socorro de harina, carne con que quiere V. S. favorecerlos, inclusa aun una porcion de quina, pueda V. S. prestarlo á dicho Hospital de Caridad me impelen á manifestar á V. S. que el mejor medio y más expedito fuera mandar dichos enfermos al Hospital de Santa Catalina ensanchándolo ya por el medio de tiendas formadas en el huerto de dicho Hospital; ó bien disponiendo de la quadra donde estaba anteriormente la paja, ó bien tomando una ó dos casas contiguas á él, ó por fin destinando una casa capaz para contenerlos en el extremo más proporcionado de esta Plaza; sobre cuyo particular espero se servirá contestarme lo que sea de su superior agrado.

"Dios guarde á V. S. muchos años. Gerona 13 Setiembre de 1809.-- Josef Antonio Viader.-- Sres. de la M. Iltre. Junta de Gobierno de esta Plaza".

Oficio al Comisionado de la Junta en Sevilla.

"En los días 7, 8, 9 y 10 nos han incomodado menos los enemigos por que solo nos han tirado algunas granadas y algunas balas, el 11 y 12 han trabajado mucho en el parapeto que han formado para pasar con libertad y sin ser ofendidos, desde la batería de San Juan á la del Olivar, frente la Catedral, ambas á menos de tiro de fusil, y habiendo habilitado otra vez las dos expresadas baterías, se les ha hecho esta noche por nuestra parte un fuego vivísimo de fusliería y artillería, y ellos han vuelto á hacerlo por su parte contra la brecha de Santa Lucía, que si dura todo el día y parte de mañana, podrá entrar por ella mucha gente y será muy difícil defenderla por los motivos que quedan expresados en el oficio del 6.

"Aquí no hemos visto al Exército del Sr. Blake ni sabemos nada de él, los apuros son los mayores, carecemos de harina por cuyo motivo en Junta general de antes de ayer se acordó dar solo media racion de pan á la tropa; no se les puede dar vino, arroz ni legumbres regulares por que no lo hay, se les dá solamente una porcion de habas, pero como no son de las propias para menestra, desagradan mucho á los soldados; estas se acaban tambien, y en su lugar ha resuelto la Junta darles trigo blanqueado, no obstante que carecemos de máquinas apropósito, y se han habilitado las tahonas posibles para la harina, pero las que se han hecho y acaban de construir, no podran dar el abasto ni aun siquiera para la media racion de pan de la tropa; tampoco hay tocino ni aceite para poder hacer un rancho regular.

"El paisanage queda aun peor, por que tampoco tiene harina y de aquí es que muchas familias han tenido que pasar algunos días sin pan, ó á lo menos con muy poco, y será peor en lo sucesivo, sin embargo que la Junta ha tomado las providencias posibles para hacer habilitar algunas máquinas para dicho fin y el haber mandado con el edicto que hoy se ha publicado que se empleen para moler trigo todas las piedras ó muelas de hacer chocolate, todos los almireces grandes y pequeños de los boticarios, drogueros y demás que los tengan, y se previene á todos en particular que usen de los de sus propias casas, aun que no puedan hacer más que un picotín al día, y que se empleen para el mismo fin los molinetes de moler sal. Se hallan los particulares exaustos igualmente de arroz, de toda especie de legumbres y muy faltos de tocino y aceite, por que en el supuesto que la Plaza seria socorrida y se levantaría de pronto el sitio, han dado ó prestado para la tropa, una gran parte de estos víveres, habiéndose quedado los más precisos para muy pocos días, en el supuesto que en estos quedará libre la Plaza.

"Este es el estado miserable en que se halla esta Plaza y sus vecinos, despues de haber hecho unos servicios tan distinguidos que admirarán á la posteridad; y para dar remedio á tantos males ha representado al Excelentísimo Sr. D. Joaquin Blake con los oficios del 6, 9 y 11 de este mes de que acompaña copia y le ha suplicado se digne venir volando con su Exército si quiere libertar esta Plaza de la última desgracia, pero ha sido tan poco afortunada la Junta, que no le ha merecido ninguna contestacion, no obstante de hallarse con un Exército más que regular á 7 horas de la Ciudad, quedando con mucha más admiracion, en vista del Decreto que ha expedido la Junta Central de 23 del pasado, que acaba de comunicarle la Junta de Provincia. No hay palabras para demostrar el sentimiento de que se hallan poseidos estos vecinos, viéndose en un abandono como el que queda referido, de que resulta igualmente el aumento de enfermos y siendo tal la miseria, el Ilmo. Sr. Obispo por su parte, empezó desde ayer á hacer una olla y ha mandado hacer otras dos en dos conventos, con las quales se dé el alimento más preciso á más de cien personas, y la Junta ha tomado á su cargo los enfermos de esta clase que no caben en los hospitales, y desde hoy se empezará á darles caldo y medicinas para que no continuen las desgracias de que por falta de estos auxilios se mueran otras gentes, como ha sucedido, según las relaciones de los Párrocos y de los médicos. La Junta se halla tan penetrada que ya no acierta á discurrir viéndose rodeada de unos males que no puede remediar y que habrá de ser el término de la desgraciada suerte de estos vecinos, si la Divina Providencia en muy pocos días no se digna proporcionarnos el remedio de que tanto necesitamos. Sírvase V. hacerlo presente á S. M. asegurándole de que nada tiene de exagerado quanto queda expresado.

"Acaba de recibir esta Junta doce oficios de V. que son desde el 15 de Junio á 24 de Agosto, que exponiéndolos al Administrador de correos de Hostalrich los ha remitido enseguida á las instancias que se han hecho, pues la dificultad del paso es muy grande. Por ellos vé con mucha admiracion que nada se ha cumplido de las benéficas providencias de S. M. para que se nos socorra y levante el sitio, habiendo empezado á darlas el 23 de Junio, 6 y 17 de Julio, 3, 21 y 24 de Agosto, para que el Intendente de la Provincia nos remita los caudales que S. M. se ha dignado librarnos y queda enterada de los que últimamente ha traído ó han venido con el Sr. Verí; y lo queda por último de que enseguida de los partes que se han dirigido á V. queda plenamente noticiosa la Suprema Junta de quanto ha ocurrido en esta Ciudad en el largo tiempo del sitio, y que estas noticias han sido bien recibidas y admitidas por S. M. y que las ha acompañado el Excmo. Sr. Marques de Villel, quien las ha favorecido en lo posible, y que todas estas diligencias practicadas por S. E. y por V. han producido todo el bien que podía desear esta Junta, de que queda á los dos muy reconocida, aunque haya sido tan desgraciada, que lo dispuesto por S. M. no se haya llevado á debido efecto. Los partes han llegado alguna vez con atraso, por que se han de enviar por expresos, respecto que el correo no puede pasar, y muchas veces sucede lo mismo con los propios ó expresos, de modo que el estar tan interceptado el paso ha impedido el enviar una comision al Sr. Blake, que estaba acordada, debiendo los expresos ir de noche, con alpargatas, muchas veces á gatas, y siempre con el mayor silencio, y de aquí es que el gasto de los propios es de mucha consideracion habiéndose enviado tantos, y los que menos cuestan son diez duros.

"Por el oficio de 21 del pasado, queda enterada la Junta de que S. M. ha recibido el manifiesto que se remitió con fecha de 9 del mismo, y que V. recibió los del 6 y 9 tambien del mismo mes, y que conferenciado el asunto con el Excmo. Sr. Marques de Villel, ha tenido la bondad de hacerlo todo presente á S. M. afin de tomar las medidas que sean necesarias; este fue el origen de nuestros males que han continuado y que no quedan remediados no obstante las repetidas órdenes que S. M. se ha dignado dar.

"Dios guarde á V. muchos años.- Gerona 13 de Setiembre de 1809.-- Sr. D. Narciso de Camps y de Font".

Parte del General Blake al Ministro de la Guerra sobre la introducción del convoy en Gerona.

"Excmo. Sr.-- La inmortal Gerona, vencida ó vencedora, fatal en todos tiempos á los exércitos franceses que la han sitiado, sigue constante en su gloriosísima defensa; pero carecía no solo de víveres y municiones, sinó hasta de lo más necesario para los enfermos y heridos. Su cerco estaba apretado de tal modo, que solo se comunicaba con el resto de este valiente Principado por medio de las balas enemigas.Se hacía pues indispensable aliviar esta dolorosísima situacion, introduciendo un convoy capaz de remediar la escasez, como igualmente tropas de refresco, para que ayudasen á la bizarra é incansable guarnición de la plaza. Tanto quanto era interesante la operación, era difícil y arriesgada. Aunque el enemigo ocupaba una línea bastante extensa, podía reducirla con mucha prontitud y era regular que se opusiera con todas sus fuerzas á impedir la entrada de unos auxilios tan importantes para una plaza, que ha tres meses sitia y bloquea con el mayor rigor. No había otro arbitrio que llamar su atencion por varios puntos y hacerle creer que se trataba de presentar una batalla precisamente por la parte opuesta á la que debía seguir el convoy. Todo, todo se ha logrado con la mayor felicidad.

"Mi quartel general estaba en San Hilari, quando empezé á dar órdenes para los movimientos. Encargué al teniente de infantería de Ultonia D. Manuel Llauder, que marchase á la altura de los Angeles, situada al norte de Gerona, con el número competente de tropa y los somatenes que pudiera juntar en el camino para desalojar al enemigo de aquella posicion guardada con poca infantería y proteger los convoyes de víveres que se introdugeran por aquella parte: lo que verificó puntualmente. Enseguida me transferí á la ermita del Padró dos horas distante de San Hilari, con las tropas de reserva, para poder acudir al parage que se necesitara. Desde este punto, hice marchar al coronel de Ultonia D. Enrique O.Donell con 1200 hombres de infantería y algunos caballos, para que atacara á los enemigos que estaban en Bruñola, siendo mi objeto persuadir al general frances que por esta direccion debia caminar el convoy. A pesar de la excelente posicion de Bruñola y de estar aumentada su fuerza por atrincheramientos, O.Donell y su tropa la atacaron con tanto valor que ganaron la cresta de la montaña y plantaron en sus atrincheramientos la bandera española. Los franceses hicieron un fuego terrible, el que sufrieron los nuestros con la mayor serenidad y sin corresponder treparon hasta la cima de la altura. En esto, les llegaron á los enemigos nuevos refuerzos creyendo que aquel era el punto que más debían guardar. O.Donell, para evitar el ser envuelto, se baxó al llano y se mantvo firme. Una division nuestra al mando del general Loygorri llegó poco después al parage que ocupaba O.Donell. Nuestras tropas hubieran echado en un momento al enemigo de su posicion, sinómse hubiera tenido por más oportuno el hacer varias evoluciones para hacer parecer mayor su número y dar lugar á que llegase este aviso al general frances, para que reforzase este punto con los cuerpos que tenía en el Ter, que era por donde se había de introducir el convoy. Toda la tarde estuvieron estas divisiones á la vista de Bruñola, abandonando los enemigos este pueblo por la noche con precipitacion.

"El coronel Doctor D. Francisco Rovira, que estaba á la izquierda del Ter, como igualmente el teniente coronel D. Juan Claros, atacaron de mi orden á los enemigos que tenian á su frente y les llamaron con oportunidad la atencion por aquella parte.

"Entretanto 4000 hombres de infantería y 500 caballos al mando del General García Conde escoltaban un numeroso convoy compuesto de 1500 á 2000 acémilas y saliendo de Amer pasaron el Ter, dirigiendo su marcha por la orilla derecha de dicho río para introducirse en la plaza. Arrollan á los enemigos que se les oponían, quemándoles varios campamentos y logran entrar en Gerona. Inmediatamente los franceses abandonan todos sus puntos lejanos y estrechan su línea para impedir que salgan las acémilas, bagajeros y caballería que se hallaban dentro. Se hizo pues preciso variar nuestras posiciones y hacer movimientos para ponernos en estado de proteger su salida. Un día y dos noches han estado dentro de la plaza y enseguida han verificado su marcha con tanta felicidad, que no hemos perdido ni un hombre, ni siquiera un bagaje ha caido en poder los enemigos.

"El gobernador de Gerona se ha quedado con tres mil hombres para guarnición. Inmediatamente que reciba el parte detallado de García Conde, lo remitiré á V. E. entre tanto envio el extracto de los de O.Donell, Rovira, Claros y Llauder.

"Dios guarde á V. E. muchos años. Quartel general de Olot 13 de septiembre de 1809.-- Excmo. Sr.-- Joaquin Blake.-- Sr. D. Antonio Cornel, ministro de la guerra".

Estracto del Monitor francés del 19 Noviembre de 1809.

"Gerona había prolongado su resistencia con una obstinación que solo el fanatismo puede inspirar, hasta el momento que nuestra artillería logró establecer sus baterías de brecha contra el cuerpo de la plaza. Entonces se concibió la esperanza de vencer luego los últimos obstáculos y aun de necesitarse pocos días para penetrar en la misma ciudad, donde ya se esperimentaba la mayor escasez. Esta última circunstancia podía conducir á sentimientos más moderados, á la mayor parte de sus habitantes y obligarles á no esperar la última extremidad. Se deseaba evitar á aquella desgraciada ciudad los horrores inevitables de un asalto general y por esto se procuraba estrechar cada día más su bloqueo, cuando el general en jefe del ejército de los insurgentes de Cataluña, el general Blake, emprendió el abastecer de nuevo la plaza. No hallándose en estado de aventurar una batalla para auxiliar á Gerona, usó de ardides y pudo al fin por este medio conseguirlo.

"El general Saint-Cyr mandaba el cuerpo de observación destinado á cubrir el sitio: fue atacado el 30 de Agosto por unas tropas que se dirijieron contra la division Souham, por la parte de Bruñola. Aquel ataque, aunque rechazado, habiendo sido sostenido despues por tropas nuevas, persuadió al general Saint-Cyr de que el enemigo proyectaba aventurar una batalla y creyó debía reforzarse con todas las tropas que podía disponer. Llamó al efecto aquellas mismas que estaban empleadas en el sitio, no dejando sinó las más indispensables para la custodia de los trabajos, y el general Verdier tuvo la órden de venir á ponerse en línea con el ejército del general Saint-Cyr. Mientras tanto cuatro mil hombres de infantería enemiga con 500 caballos, al mando del general García Conde, escoltando un convoy de mil á mil quinientas acémilas, se dirijieron á la plaza y no encontrando sobre el paso más que un debil cuerpo de tropas napolitanas de la division Lechi, no fue difícil al convoy lograr su entrada en Gerona, cuya guarnición reforzada con hombres, víveres y municiones de guerra, se halla actualmente en estado de luchar con ventaja, con unas tropas fatigadas, reducidas por las enfermedades y aun padeciendo, por la escasez de subsistencias, en un país totalmente arruinado. No se pudo pues desde entonces seguir sinó debilmente las operaciones del sitio y aun se tomó el partido de convertirlo en bloqueo (1).

"Poco tiempo despues el general Gouvion Saint-Cyr no pudiendo menos de conocer que se hacía cada día más difícil su posicion, por la ventaja que su falsa maniobra había dado al enemigo, solicitó su relevo, que el mal estado de su salud hacía igualmente necesario. Fue reemplazado en el mando del séptimo cuerpo por el Mariscal Duque de Casteglione (Augereau) el que no tardó en adoptar todas las medidas convenientes para volver á tomar la ofensiva".


Notas

(1) - Es notable el disimulo con que se prescinde de los esforzados ataques de los enemigos contra la plaza hasta el 19 de septiembre en que intentaron el asalto general, el cual fue realmente la causa de que el sitio se convirtiera en bloqueo. Los periódicos franceses así oficiales como particulares, ni una sola palabra dijeron acerca dicho asalto, que tanto mortificó su amor propio. Tornar al text


Bibliografia.

Extret de "Reseña histórica de los Sitios de Gerona en 1808 y 1809". Emilio Grahit y Papéll, Imprenta y libreria de Paciano Torres, Gerona. 1894.




La Marina. Granader amb uniforme de parada d'hivern. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



La Marina. Granader amb uniforme de bord. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Batallons d'infanteria de Marina. Fuseller amb uniforme de parada d'estiu. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Brigades d'artilleria de Marina. Artiller amb uniforme de bord. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Detall de baioneta francesa 1808-1809. Col·lecció particular, Girona.



Brigades d'artilleria de Marina. Artiller amb uniforme de parada d'estiu. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Pany d'un fusell del regiment d'Ultònia. Museu d'Història de la Ciutat



Brigades d'artilleria de Marina. Alfères de Navili amb uniforme de combat. Dibuix de Fèlix Xunclà. Basat en "Uniformes Militares Españoles. El Ejército y la Armada en 1808", de José Maria Bueno, Málaga, 1982.



Uniforme del regiment d'Ultònia. Museu d'Història de la Ciutat



Fusell del regiment d'Ultònia. Museu d'Història de la Ciutat



Ferran VII. Pintura de Vicente López 1808-1811. Detall.



Armes de la Guerra del Francès.



Sometent. Episodi de la Guerra del Francès 1808. Pintura de Ramon Martí Alsina, 1866. Detall.


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