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Día 29 de Agosto de 1809.
He aquí las noticias relativas al sitio:-- “El fuego de anteanoche no debe llamarse bombardeo, sino remedo del juicio final. Parece que á estas inhumanas gentes les falta tiempo para echar de si el abundante y extraordinario acopio de municiones de que se proveyeron: esto no es asechar Plazas, es insultar á la humanidad; pero cobardemente y en despecho de tener que chocar con la invencible Gerona, 112 bombas, 102 granadas y un a multitud de balas difícil de contar, cayeron en la misma noche sobre la ciudad, algun partido sacamos de su generosidad; pues nos surten de balerio en tanto grado, que lo tenemos ahora más abundante que al principio del sitio y a fé que de otra parte no ha venido. De día sigue el bombardeo aunque no con tanto calor. “El empeño grande del enemigo es acelerar la ruina de las murallas. Ayer despues de medio día hizo fuego la gran batería. Seis cañones de 24 y 16 son los que baten principalmente la muralla de San Cristobal. En este modo de obrar se observan dos cosas que no son regulares en el enemigo: romper el fuego antes de acabar la batería y romperlo por la tarde, habiéndolo empezado siempre por la madrugada. En la de San Juan se vió ayer un cañón de á 24 y 4 troneras enfiladas contra la cortina de Santa Lucía”. En la plaza se concluyó la batería del huerto de Manegat, en la que se colocaron dos cañones de á 16. A fuerza de barrenos y picos se demolió el muro que existía delante de la misma y que la ocultaba de la vista del enemigo. Al amanecer las once baterías enemigas, dirijidas contra la plaza, que contenían 33 piezas entre morteros, obuses y cañones rompieron el fuego con la mayor viveza contra sus objetivos, especialmente los puntos batidos en brecha, los baluartes, los fuertes, la batería de Manegat y el caserío al que tiraron muchas bombas, granadas y bala rasa, que ocasionaron la muerte de algunos habitantes y militares, con bastantes heridos. Nuestras baterías contestaron á las enemigas con la misma viveza y con mucho acierto, causando varios destrozos en ellas y en la trinchera. La de Manegat rompió el fuego al amanecer, juntamente con los fuertes Condestable y Calvario y reducto del Cabildo, todos contra la propia trinchera. Durante el día se continuó la batería que se estaba construyendo sobre la bóveda de la Catedral, subiéndose á ella la artillería por medio de una máquina compuesta de un tímpano ó cilindro con su rueda. Fournás dice que en este día ya rompió el fuego, pero creemos que no fue así. Al espirar el día los fuegos enemigos habían causado los mayores destrozos en la plaza. Las brechas abiertas en las paredes interiores y exteriores del cuartel nuevo de Alemanes quedaron ensanchadas de once á doce varas más, desplomándose una parte de la bóveda. El camino de ronda de la muralla de Santa Lucía, en la parte batida, quedó demolido, abriéndose en la muralla una brecha bastante capaz y que el declive del terreno hacía accesible por la parte de fuera. En la batería de Manegat quedó desmontado un cañon y destrozados dos merlones. El caserío y los parapetos y espaldones de los baluartes sufrieron mucho daño. Por la mañana salió de los fuertes Condestable y Capuchinos una guerrilla destinada á proteger la entrada de algunos víveres, pero habiendo encontrado un número de enemigos muy superior, tuvo que retroceder, despues de haber perdido nueve hombres entre muertos y heridos. Durante la tarde hubo en el campo sitiador mucho movimiento de tropas. Varios cuerpos de infantería, algunas piezas de artillería y fuerzas de caballería se pusieron en marcha dirijiéndose hacia Vilablareix y Aiguaviva. Todo esto era debido al movimiento de avance que ejecutaba el ejército de Blake hacia San Hilario, pues no contando con fuerzas bastantes para dar la batalla campal al de Saint-Cyr, finjia querer darla hacia las estribaciones orientales de Montseny, mientras con el mayor sigilo se organizaba por la parte de Olot el convoy que debía venir en auxilio de Gerona. |
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